Caminar descalzo y sin armadura.
Peregrinar de una baldosa a otra.
No sentir la fuerza interna,
ni las paredes que me rodean.
Pasos cortos y esfumados
como una danza monotona;
marchar sin ritmo,
no me quita el aire.
Solamente estoy calentando motores.
Un nuevo viaje hacia la busqueda,
un nuevo encuentro, final y despedida;
y retornar a un punto jamas visitado,
pensando que permanecer demasiado tiempo
puede acelerar el paso de los dias.
Ganarle la tortuga es tan dificil,
porque nadie se molesta en competir con ella.
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