Ya me canse de barrer las hojas del otoño.
Quisiera que las veredas permanecieran acolchadas todo el año,
y hundir los zapatos en la alfombra ruidosa con cada paso,
teniendo que levantar mucho los pies para no caer.
Tirarme a descansar si acaso pasase poca gente, o apurarme
para cruzar antes que pasen los autos.
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