lunes, 11 de enero de 2010
Consolador
..."Luciernaga curiosa que verás
que eres mi consuelo..."
De la resignacion pasamos a un
consolador olvido.
Pero las huestes del recuerdo se empeñan
en estrujarnos el corazón.
Si olvidar fuese premio al llanto
deshilvanado en una ráfaga de suspiros,
estertores vanos que mueren en un silencio
repentino.
No me traigas ya las voces del ocaso,
deja que seque mis lagrimas con
el resplandor del fuego.
No sigas persiguiendo mi perdón oculto,
se ha desvanecido sin más, no te culpo.
Un destello fugaz enciende mi mirada,
brevemente ilumina de nuevo mis pupilas,
prefiero inventar hoy una esperanza nueva
que se convertirá quizás en alegría
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