domingo, 24 de enero de 2010

Desconocida















La desconocida es parte del paisaje urbano.
No se recorta solemne del envarado contexto.
Permanece integrada al vidrio, al acero y cemento.
No adquiere un color significativo su presencia.
Está. Entretenida, absorta en su espera no se sabe si piensa
o solamente se deja estar.
La desconocida, una más entre las huestes que beben en los museos,
nuevas y viejas formas de exponer decires ajenos,
que a veces ni tan siquiera la conmueven,
pero que hay que ver para poder decir:
de esta materia no he de comer.
De hambre no he de morir, aunque no sólo de pan viva el hombre.

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