El mago dejó caer su capa, lanzó su galera al aire, colocó su varita entre los dientes, como para aferrarse a algún elemento que le diera poder. Una herramienta para evadir inseguridades y enfrentar al auditorio..
El conde Dracul abrió el féretro de golpe, desenvolvio su cuerpo de la capa rojinegra, y se lanzó por la ventana hacia la luz; para terminar así con su tediosa inmortalidad.
La diva dejó caer su blanca capa de raso, se paró bajo el reflector, profirió un gemido apagado y comenzó a desperarezarse voluptuosamente.
A ella le sentaba bien andar de capa caída.
sábado, 19 de diciembre de 2009
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