miércoles, 30 de diciembre de 2009

Manual de instrucciones para dejar de vivir sin suicidarse












En primer término piense porque quiere dejar de vivir. No busque excusas para permanecer vivo.
Olvídese de sus seres queridos, si es que aún le queda alguno.
No preste atención a los días soleados, esos que le hacen ver las cosas con mejor humor.
No escuche música, o tal vez sí, alguna marcha fúnebre.
Deje de comer las cosas que le gustan, y no tome vino para no marearse y olvidar que su verdadero propósito es morir.
No atienda el teléfono, eso lo distrae y comunica con otros.
Evite cualquier tipo de compañías, aún de los que viven con usted.
Mire la vida en blanco y negro, olvídese de los colores. Preste atención al negro, esa espesura le ayudará poco a poco a ir perdiendo la visión.
Anule su olfato permanentemente con un broche para la ropa.
Cuando haya anestesiado todos sus sentidos ( obviamente el sentido de la vida ya lo ha perdido, sino no buscaría morirse) entierre sus pies en una maceta. Poco a poco se irá convirtiendo en vegetal. Un ser, aún vivo; pero como nadie le pondrá un poco de agua, poco a poco se irá secando. Como se fueron secando sus días, el día que decidió dejar de vivir en plenitud.

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