sábado, 19 de diciembre de 2009

Sapo de otro pozo












No era verde. Era un sapo amarillo. ¿Por qué?. Sólo dios sabe.
Como todos saben, para eso no hace falta ser dios, el verde es una combinación de azul y amarillo. Pero a este sapo amarillo le faltaba el azul, o al menos eso creia.
Y decidio buscarlo.
Penso que el azul venia del cielo, y a veces caia con alguna lluvia, ya que los sapos salen siempre después que llueve.
Espero las lluvias de marzo, pero nada sucedia. Se dijo que las de julio que eran mas copiosas le traerian un poco del color deseado. Nada.
Y asi pasaron los meses y las estaciones, no se sabe cuantas ¿importa acaso?
Entonces imagino que podia buscarlo en el mar, y alli se baño. Aunque todos saben que los sapos no se bañan en agua salada. Ahí no se sentia sapo de otro pozo, ni siquiera se sentia sapo…
Decidio pues, consultar a un mono sabio.
El mono lo miro de arriba hacia abajo y le dijo: tu eres un sapo como todos los otros. Solo falta que venga tu princesa azul y te convertiras tu tambien en principe cuando te bese.
El sapo desconfiaba de ese tipo de cuentos, y penso en recurrir al elefante, que como todos saben, tiene una gran memoria. Le pregunto si recordaba haber visto otro sapo amarillo. Pero el elefante no le respondio. Era un elefante mudo.
A esta altura el sapo estaba bastante desmoralizado, y se fue a indagar por otro lado. Encontro una mariposa multicolor, pero prefirio no preguntar, porque como era prejuicioso, no iba a hacerle caso a un insecto.
Más tarde, después de estos infructuosos intentos, se encontro con un perro. El perro era daltonico y asi le aconsejo: como todos saben, las cosas son según con el cristal con que se miren; comprate unos anteojos azules y mirate al espejo. Te veras verde y ya no te sentiras sapo de otro pozo.
Y así el sapo dejo de consultar, se miro al espejo pero sin los anteojos azules. Y entonces el reflejo del sol se apoderó del espejo. Y así fue que comenzó a verse como rana arco iris.-

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